¿Sabías que Córdoba es una de las ciudades españolas que cuenta con mayor número de bienes inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO? Pues sí, la Mezquita-Catedral lo fue en 1984, diez años más tarde se reconoció al centro histórico donde se encuentra, por ejemplo, la Judería, ya en 2004, la Fiesta de los Patios se inscribió como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y la última incorporación fue el Conjunto de Medina Azahara en 2018, sin olvidar que forma parte de otros dos, el del flamenco y la dieta mediterránea. Por todo esto y mucho más te recomendamos visitar Córdoba y aquí te vamos a contar lo imprescindible qué ver en Córdoba en dos días.
Cómo llegar a Córdoba
Llegar a esta ciudad andaluza en tren es una de las mejores opciones, porque está perfectamente conectada por AVE con Sevilla, Málaga y Madrid, y desde ésta última, al resto de España, aunque también es una opción cómoda hacerlo por carretera. Esta última opción es la que nosotros hicimos, tardando aproximadamente 1:30 h de trayecto entre Sevilla y Córdoba.
Dónde dormir en Córdoba
Sin duda una de las mejores opciones para alojarte en Córdoba es hacerlo con vistas a la Mezquita y eso puedes conseguirlo haciendo noche en el hotel Eurostars Conquistador. Un hotel de 4 estrellas a buen precio dónde cuidan muy bien la decoración de las habitaciones y su patio interior es una gozada.
Como antes comenté uno de los grandes atractivos de este hotel es tener la Mezquita a escasos metros y al asomarte a la ventana, puedes verla en primer plano. Un hotel muy recomendable en Córdoba.
Qué ver en Córdoba
La Mezquita-Catedral
Es, sin lugar a duda, el edificio más representativo y más conocido, comenzada a construir por Abderramán I en el año 786 como templo musulmán, con sucesivas ampliaciones, hasta el siglo XVI en el que se construye la actual Capilla Mayor de la actual Catedral cristiana, aunque ejercía como tal desde 1236.
Aquí puedes reservar una visita guiada por la Mezquita de Córdoba
El acceso al Patio de los Naranjos es una delicia, sobre todo, en primavera, cuando están todos los naranjos en flor, claro que visitar por el interior el bosque de columnas con arcos lobulados, polilobulados y enlazados es una experiencia para no perderse, y ver el Mihrab, que tiene como curiosidad que la orientación de la qibla no mira a La Meca.
El Puente Romano
Fue construido en el siglo I a.C., siendo la imagen icónica de Córdoba. A mí me gusta aparcar en el otro lado del río Guadalquivir y atravesarlo para llegar al casco histórico, donde observar la magnitud de la obra (parece mentira que lleve con nosotros más de veintiún siglos) y el molino de la Albolafia que se mantiene en el margen derecho del río.
La torre de Calahorra
Justo al final del puente, en sentido sur, se encuentra la torre de Calahorra. Se trata de una torre de control y defensa de la ciudad. Está declarada como monumento histórico artístico desde principios del siglo XX y en la actualidad en su interior se encuentra el Museo Vivo de Al-Ándalus, que trata sobre la convivencia entre las tres culturas (judía, cristiana y musulmana).
En su interior encontramos dos auténticas obras de arte como son las maquetas de la Mezquita de Córdoba a tamaño gigante y otra de la Alhambra de Granada, nos quedamos asombrados mirando cada detalle de ambas maquetas, están realizadas con un nivel de perfección alucinante.
Otra de las razones por la que hay que subir a la torre de Calahorra es por sus impresionantes vistas. Se tiene una panorámica de el puente romano de Córdoba con la mezquita al fondo. En cuanto nos asomamos nos recordó mucho a Praga y el puente de Carlos.
Si quieres visitarla, te dejamos la web donde encontrar las tarifas y horarios de la Torre de Calahorra.
La Judería
Seguramente habrá determinadas fechas a la que vayas y veas demasiada gente, pero no lo dudes, sumérgete y recorre sus callejuelas, allí encontrarás multitud de pequeños negocios dedicados a la platería y joyería, y monumentos como la Sinagoga, que merece la pena una visita, o el monumento al médico y filósofo Maimónides.
Con este tour podrás descubrir los mejores rincones de la Judería de Córdoba
Y busca la calleja de las Flores, no te la puedes perder. Es una de las más bellas y conocidas estampas de Córdoba, en un pequeño callejón que llega a una plaza sin salida, deberás darte la vuelta y tendrás la vista de la torre de la mezquita escoltadas a ambos lados por flores de colores.
El Alcázar de los Reyes Cristianos
No lejos de la mezquita llegamos al Alcázar de los Reyes Cristianos, con orígenes romanos y antiguo palacio califal durante la dominación árabe, fue Alfonso XI quien terminó su reconstrucción. Se trata de una fortaleza en medio de la ciudad.
Uno de los lugares que más me inspiró fueron los jardines con multitud de vegetación, conformando áreas perfectas para mitigar el calor y el conjunto de fuentes a distintos niveles y los baños, junto a la Torre del Homenaje.
Descubre el Alcázar de Córdoba con esta visita guiada
La Plaza de la Corredera
Esta gran plaza mayor de Córdoba es una de las que más me gustan, de corte rectangular, en ella tenían lugar los principales eventos de la ciudad desde el siglo XVII y hoy es lugar de encuentro para disfrutar de la gastronomía de la zona, sea a mediodía en invierno o por la noche en verano.
Iglesias Fernandinas
Quizá cuando hayas oído hablar de Córdoba la asocies casi siempre a la cultura musulmana, sin embargo, tras la reconquista en 1236, fueron varias las iglesias que se construyeron en arte mudéjar, que hoy en día conforman una ruta para ser visitadas. De todas, recomendaría la basílica de San Pedro, que acogen las reliquias de los Santos Mártires patrones de Córdoba, Acisclo y Victoria; la iglesia de San Lorenzo, con un impresionante rosetón en la fachada, y la iglesia de Santa Marina, ubicada en uno de los barrios más castizos de la ciudad, pero la ruta la conforman una decena y cualquiera de ellas merece una visita.
Palacio de Viana
En mi ruta por el casco antiguo, nunca puede faltar la visita a esta casa palacio, cuya fachada probablemente no te llame la atención en exceso, pero no dudes en entrar, porque vas a descubrir una casa señorial en la que han vivido diferentes generaciones desde el siglo XV.
Cuando ofrecen la posibilidad de una visita guiada como fue mi caso no lo dudé, porque permite conocer en mayor profundidad cómo era la vida en ese lugar, recorriendo salas con mobiliario de la época, o estancias como la cocina, con utensilios del día a día, pero sobre todo, es imprescindible recorrer los 12 patios que forman parte del inmueble, similares y a la vez, diferentes entre sí, pero van intrínsecos a la vivienda, porque no se comprenden los unos sin la otra.
Si quieres descubrir toda la historia del Palacio de Viana, te recomendamos esta visita guiada
Mayo, el mes de las flores en Córdoba
Si hay un mes festivo por excelencia, ese es mayo. Comenzamos a finales de abril con la cabalgata de la Batalla de las Flores por el paseo de la Victoria, que sirve de pistoletazo de salida para lo que se avecina. Luego, en torno al 3 de mayo tienen lugar las Cruces, hechas con flores naturales y colocadas en rincones del centro histórico donde el baile y comida casan a la perfección. De ahí, a los Patios en los dos fines de semana siguientes, en los que sus vecinos, que cuidan a lo largo de todo el año estos jardines, abren sus puertas a todo el mundo.
Te recomiendo los ubicados en el entorno de Santa Marina sobre todo, en el barrio de San Basilio, no te lo puedes perder, aunque ármate de paciencia porque las filas para entrar en cada uno de ellos es tremenda, sobre todo en fines de semana.
Si quieres evitar las colas lo mejor es visitar los patios en meses anteriores o posteriores a Mayo, habrá mucha menos gente y podrás visitar los patios más tranquilamente. Si quieres visitar los mejores patios de Córdoba, te recomendamos esta ruta por los patios.
Y a continuación la Feria de la Salud, a final de mayo, sin olvidarnos de la Cata de Vinos de Montilla-Moriles o las romerías de Santo Domingo o la Virgen de Linares.
Recomendaciones para pasear en Córdoba
La ciudad de Córdoba por su orografía, resulta muy cómoda para pasear y son numerosas las propuestas que te hago para recorrer con calma y disfrutando: el Paseo de la Muralla, donde se encuentra el monumento a Averroes, filósofo nacido aquí.
Las márgenes del río Guadalquivir, la plaza de las Tendillas y el Bulevar del Gran Capitán, centros neurálgicos de la ciudad, en continuo trasiego de personas, por ser la zona más comercial, la plaza del Potro, que acoge el Museo Julio Romero de Torres (sí, el que pintó a la mujer morena), o el marco que componen la cuesta del Bailío y la plaza de Capuchinos, en cuyo centro se alza el Cristo de los Faroles, fotografía clásica que te llevarás sin dudarlo.
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Relax en el Hammam Al Ándalus
Para terminar un fin de semana en Córdoba, que mejor que relajarse y descansar en su espectacular Hamman Al Ándalus. Se trata de unos baños árabes construidos en el siglo X. Actualmente cuanta con varias piscinas, una de agua caliente, otra tibia y la fría. Aquí puedes disfrutar de varios masajes y tratamientos.
Nosotros optamos por un tratamiento de 15 minutos de masaje y 15 minutos de Kessa, un masaje exfoliante que se realiza con una manopla de origen andalusí sobre un manto de burbujas de jabón… es una gozada, te quedas como nuevo, la sensación cuando te ponen el manto de burbujas me encantó.
La decoración es una autentica pasada, merece la pena visitar este hammam lleno de historia.
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Qué y dónde comer en Córdoba
La gastronomía cordobesa cuenta con varios platos que no puedes dejar de probar y afortunadamente, resulta muy fácil de encontrar en cualquier bar o restaurante. Para mí hay cuatro imprescindibles:
– El salmorejo, una crema fría de tomate, ajo, aceite y pan, que es una auténtica delicia para el verano, pero no lo descartes para cualquier fecha del año. Hoy día puedes acudir a La Salmoreteca, en el Mercado Victoria, y saborear otras variedades, como el salmorejo de espárragos trigueros, remolacha o de aguacate.
– La cola de toro, uno de los platos más tradicionales y solicitados, es una caldereta cocinada a fuego lento.
– El flamenquín, con carne de cerdo y relleno de jamón y huevo duro para ser después frito, lo encontrarás en distintos tamaños según tu apetito.
– El pastelón, una especie de tarta de hojaldre rellena de cabello de ángel para poner la nota dulce al menú.
Aunque hay numerosos lugares donde comer a precios asequibles o con menús más sofisticados, te recomiendo la Taberna Góngora, un local con auténtico sabor y el Bar Santos, muy cerca de la Mezquita, y un templo auténtico para los cordobeses donde probar una tortilla de patatas de tamaño XXL.
Esperamos que nuestras recomendaciones sobre qué ver en Córdoba en dos días o en un fin de semana te ayuden en tu viaje a Córdoba y recuerda que alrededor tienes pueblos y sitios muy chulos por si vas a estar más días por la zona. Échale un vistazo a nuestra sección de Córdoba 😉
Este post ha sido elaborado conjuntamente con nuestro colaborador José Ángel Sánchez Rojas.
Un comentario
Gracias. Córdoba es realmente una ciudad muy bonita. Un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la belleza de la vida en un entorno encantador.