El Monasterio de Piedra era un lugar al que le teníamos muchas ganas y aprovechamos nuestra estancia en Teruel para visitarlo. Visitamos el monasterio mientras realizábamos la ruta por la provincia de Teruel. El Monasterio de Piedra se encuentra en la localidad de Nuévalos en la provincia de Zaragoza.
Tardamos unas 3-4 horas en recorrer el parque y el monasterio, pero si queréis tomarlo con calma, incluso podéis alojaros aquí, cuenta con un Hotel & Spa y varios restaurantes.
El entorno ofrece varias rutas para todos los gustos, desde rutas de senderismo por los valles del Piedra y del Mesa (Red Natura 2000); rutas gastronómicas, enológicas y del múdejar.
El Monasterio de Piedra ofrece visita al monasterio cisterciense y al parque-jardín histórico. Yo os recomiendo que tengáis las entradas compradas con antelación y así vais directos y evitáis colas.
¿Cómo llegar al Monasterio de Piedra desde Teruel?
Pues lamentablemente la única opción que hay de llegar al Monasterio de Piedra desde Teruel es el coche. Se encuentra a unas 2 horas (142 km), cogiendo la A-23 y tomando el desvío en Calamocha para buscar la A-2506.
Pero nosotros el día lo teníamos organizado de otra forma y cambiamos la ruta más rápida para hacer una parada y conocer Molina de Aragón, un precioso pueblo de Guadalajara.
El recorrido apenas aumenta unos kilómetros, pasamos de 142 a 155 y el tiempo de recorrido prácticamente es el mismo, pero la carretera ya no es tan buena, al menos a mi parecer.
Hasta Molina de Aragón bien, pero una vez que termina la provincia de Guadalajara y entramos en la provincia de Zaragoza, el carril se estrecha y el trayecto hasta el Monasterio de Piedra se nos hace un poco interminable. Solo hay que ver en google maps como la CM-210 (bien señalizada con sus carriles perfectamente delineados) se estrecha para convertirse en la A-202, perdiendo anchura a la carretera y en un estado de conservación regulero con bastantes curvas.
El día era bastante caluroso, tened en cuenta que era agosto y estábamos conduciendo al mediodía. La zona nos parecía un desierto interminable y agotador. Ya dudábamos de si el Monasterio de Piedra merecería la pena, si lo encontraríamos seco y nos defraudaría.
El gps nos decía que ya estábamos cerca y se notaba, cruzamos por encima del río Piedra y aquí note un pellizquito en el estómago, había agua, mucha agua. Prácticamente bordeamos (aun se conserva la mayoría de su muralla) todo el monasterio para llegar a la entrada.
Hay dos zonas de aparcamiento muy amplias y gratuitas justo a la derecha, antes de llegar a la primera puerta del parque.
Aquí puedes reservar una excursión desde Zaragoza para visitar el Monasterio de Piedra
Consejos para visitar el Monasterio de Piedra
Nosotros cometimos un error del que queremos avisaros para que no os ocurra lo mismo y es que empezamos visitando el parque jardín y, como es habitual, nos entretuvimos muchísimo y después vimos el interior del monasterio. ¿El problema? La hora de cierre no es la misma en el monasterio que en el parque jardín. Cuando fuimos confiados a visitar el monasterio, nos avisaron que estaba a punto de cerrar y tuvimos que verlo de una manera rápida. Una autentica lástima, porque nos pareció precioso.
Así que nuestro consejo es visitar antes el monasterio y luego perderse por el parque jardín 😉
En cuanto a calzado, ya sabéis, que sea cómodo. No estaría de más ir con chubasquero (depende de la época que escojas para visitarlo). Nosotros al ir en verano agradecimos mucho acercarnos a las cascadas.
El parque-jardín histórico del Monasterio de Piedra
¡Exuberante! No creo que haya otra palabra que pueda definir mejor a este monumento natural. El camino del parque-jardín esta señalizado y el itinerario esta realizado de una manera correcta para que no nos perdamos ningún punto de interés. Cascadas, arroyos, lagos, grutas, miradores y mucha flora y fauna hacen del parque-jardín un espectáculo para los sentidos.
Una vez presentamos la entrada, atravesamos el sendero dejando a la derecha las terrazas del hotel y comenzamos a descender hasta llegar al Vergel de Juan Federico Muntadas, una explanada repleta de árboles que crean una sombra y dan un frescor que invitan a echarse un ratito. Del Vergel pasamos al Baño de Diana y el lago de los patos. Aquí ya empezamos a vislumbran cascadas, y aunque son maravillosas, aun nos quedaban muchas mas sorpresas en el camino.
Llegamos a la cascada Trinidad (llamada así por los tres planos diferentes en los que se produce su caída) y atravesamos 3 grutas antes de llegar a la majestuosa cascada La Caprichosa. Aquí subimos escalones para llegar a Los Vadillos, un lugar donde estuvimos bastante tiempo, disfrutando de la sombra y el frescor y jugando, como no, con la cámara de fotos. Esta zona es la que atravesamos con el coche cruzando el puente y fue lo primero que vislumbre desde fuera del parque-jardín del Monasterio de Piedra.
Atentos a los Fresnos Altos y Bajos, aquí la cámara va a echar fuego, pero tranquilos, hay mucha agua para apaciguarlo. Aquí es imposible no tocar el agua y sentir el frescor de la misma.
Continuamos hacia la cascada Iris y la gruta del mismo nombre, una gruta increíble que, desde nuestro punto de vista, es la mas bonita de todo el conjunto. La gruta es un juego para nosotros, escaleras, zonas estrechas, y como premio finaliza en la gran cascada Cola de Caballo, la cual vimos desde arriba y la cruzamos por abajo, llegando a sentir una suave lluvia de la fuerza de la caída de esta cascada.
La penúltima cascada de nuestro recorrido es Cascada de los Chorreaderos, que se sitúa cruzando la Fuente del Señor y nos lleva a la Gruta de la Carmela. Ya llevamos mas de 26 puntos del itinerario recorrido y el fin se va acercando.
Nuestra visita al parque-jardín finalizó en el Lago del Espejo, que encontramos en obras de mantenimiento. Aunque no pudimos continuar el sendero para recorrer este lago, si que comprendimos el nombre del mismo, se reflejaba perfectamente la Peña del Diablo, llamada así por una leyenda de amor y fe en honor al monje Ponce.
La leyenda de la Peña del Diablo en el Monasterio de Piedra
Como casi todas las historias trágicas de amor, esta comienza con el rechazo del caballero Ponce por parte del padre de Doña Eladia, obligada a desposarse con un caballero digno de su apellido. El caballero Ponce desapareció la misma noche de la boda y apareció pasado los años, en el Monasterio de Piedra convirtiéndose en monje de esta congregación y siendo uno de los miembros mas queridos.
Se dice que el diablo tentó mucho al monje, e incluso persuadió a Eladia para tentar nuevamente al monje, y este, con una fe inquebrantable, volvió a rechazarla. La muchacha acabo suicidándose en la puerta del monasterio y Ponce empezó a enfermar, llegando a fallecer al poco tiempo mientras el diablo, enfadado por un nuevo fracaso, cogió la piedra mas grande que encontró y la lanzó contra el monasterio, con el firme propósito de acabar con todos sus ocupantes, y con mas ahínco, con el monje Ponce.
Fue justo en ese mismo momento, cuando la última espiración del monje se produjo con la lanzada de la piedra por parte del diablo. Cuenta la leyenda que los ángeles desviaron la piedra, que fue a caer en el Lago del Espejo y que estará ahí hasta el fin de los tiempos.
El Monasterio Cisterciense del siglo XIII
¿Qué más podemos hacer en el Monasterio de Piedra?
Sin duda el Monasterio de Piedra inunda el alma, lleno de rincones, con un escenario inigualable. No te lo pierdas 😉